Así es como los grandes líderes adaptan sus empresas para alcanzar el éxito

Para tener éxito, las empresas han tenido que responder rápidamente a las adversidades de este año.

A medida que las empresas trabajan no solo para sobrevivir a esta pandemia global, sino también para prosperar en un mundo que cambia rápidamente, la velocidad y la agilidad son primordiales. Para tener éxito, las empresas han tenido que responder rápidamente a la gran disrupción de este año, adaptando sus operaciones para proporcionar lo que sus clientes necesitan.

Cómo se están adaptando las empresas a la pandemia

Existen innumerables ejemplos de empresas que se adaptaron a las demandas impuestas por COVID-19. Hicieron cambios transformadores en semanas, cambios que en el pasado habrían llevado meses o años. Algunos ejemplos:

La gestión de la atención es esencial para el liderazgo ágil

La gestión de la atención es el camino más relevante y eficaz hacia la productividad.

Los líderes a menudo aseguran que no pueden administrar su atención porque sus equipos necesitan que estén siempre disponibles para recibir ayuda, preguntas y decisiones. Pero para que sus negocios sean adaptables, estos líderes requieren la capacidad y la oportunidad de aplicar una atención profunda y sostenida a su trabajo durante períodos prolongados.

El problema de la disponibilidad perpetua

Los roles de liderazgo a menudo requieren conocimiento y creatividad, pero los líderes que priorizan la disponibilidad son interrumpidos constantemente. Estas interrupciones hacen que sea mucho más difícil para los líderes centrar la atención en sus tareas más importantes.

Sin la capacidad de controlar la atención, es imposible, especialmente para los líderes, dedicar suficientes recursos mentales para generar ideas innovadoras o resolver los problemas que inevitablemente surgen a lo largo de cualquier proceso de cambio. Por lo tanto, la disponibilidad perpetua es un impedimento importante para la capacidad de adaptación de una empresa, especialmente en este momento en que la velocidad y la agilidad son cruciales.

Ahora, más que nunca, la microgestión es enemiga de la productividad de todo su equipo. Es hora de dar un paso atrás y empoderar a su equipo.

Pasos clave que fomentan la adaptabilidad

¿Eres un gerente o líder que siente que no puedes hacer un trabajo importante porque tu equipo siempre lo necesita? Si es así, aquí hay tres pasos que puedes tomar para asegurarte de que no eres el cuello de botella en tu organización. Seguir estos pasos ayudará a tus equipos a sentirse capacitados para ser innovadores y tomar decisiones, libres de la burocracia organizativa que no puede permitir que los frene.

1. Demuestra confianza

Antes de la pandemia, los clientes líderes y gerentes se quejaban de constantes “visitas, recibidas por minutos” a lo largo de sus días. Durante este tiempo de teletrabajo, estas interrupciones toman una nueva forma: llamadas telefónicas excesivas, solicitudes de reuniones, mensajes de texto y correos electrónicos urgentes que solicitan aprobación de decisiones u orientación sobre situaciones que los miembros del equipo consideran desafiantes.

A todo el mundo le gusta sentirse importante y necesitado, y estar disponible para su equipo puede parecer la función principal de un líder. Por lo que puede resultar difícil reconocer esto como un problema. Pero para ser ágiles y adaptables, las empresas necesitan miembros del equipo que estén capacitados para resolver problemas de manera creativa e independiente. Si tu equipo está acostumbrado a que manejes las cosas y a colaborares en las decisiones, es posible que, sin darse cuenta, estés reforzando la idea de que esto es necesario o requerido, lo que sin querer le quita poder a tu equipo. Esta dinámica lleva demasiadas decisiones a la cima y crea obstáculos y cuellos de botella que son obstáculos para la innovación.

Cambia este hábito usando la frase «Confío en tu juicio». Responde a los correos electrónicos con él. Si los miembros de tu equipo te llaman por teléfono, diles: «En realidad, no puedo hablar ahora, pero confío en tu juicio». Lo mismo cuando te soliciten reuniones fuera de los horarios programados regularmente en los que te conectas con sus subordinados directos.

Desarrolla una cadencia de reuniones semanales o dos veces por semana con tus subordinados directos. Pero estas reuniones no son el momento para tomar decisiones colectivamente, resolver problemas o para otorgar permiso para las cosas. Acorta las reuniones y plantéalas mucho más eficientes utilizando el tiempo para que tu equipo lo actualice y para ofrecer comentarios constructivos para ayudarles a aprender y crecer.

2. Mentor en retrospectiva

Ser mentor de su equipo es uno de los roles más importantes como líder. Proporciona un modelo de buen liderazgo que se difundirá en toda la organización. La tutoría te ayuda a atraer y mantener buenos talentos, y ayuda a preparar a los empleados para que avancen dentro de la organización.

Sin embargo, las personas aprenden haciendo, por lo que la tutoría es menos efectiva cuando los consejos se dan desde el principio que cuando los miembros del equipo tienen la oportunidad de experimentar sus propios éxitos y fracasos y discutirlos contigo más tarde.

Intenta abrir reuniones individuales programadas con informes directos utilizando preguntas como, “¿qué problemas o desafíos has enfrentado esta semana?, ¿cómo trataste con ellos?, ¿cómo te resultó?»

Esto te dará la oportunidad de reforzar las buenas decisiones, celebrar las victorias y ofrecer una guía constructiva basada en la experiencia cuando los empleados se estancan o cometen un error. Al compartir sus propias lecciones aprendidas, inspirarás al equipo a generar nuevas ideas, ver las cosas de diferentes maneras y estar dispuesto a asumir riesgos.

3. Se tolerante con los errores

Recuerda, los grandes empleados “abandonan a su jefe” más a menudo que a su organización. Ninguna de las ideas anteriores funcionará si realmente no confías en el juicio de los miembros de tu equipo o si los errores los llevan «a la casa del perro». Crea un entorno seguro para cometer errores asegurándose de que tu equipo comprenda los parámetros de sus responsabilidades. Por ejemplo, capacita a los equipos de servicio al cliente para hacer felices a los clientes dándoles un presupuesto para «deleitar al cliente». Cualquier cosa dentro de este presupuesto no requiere aprobación.

Asegúrate de que los empleados comprendan los objetivos finales de sus puestos y las consecuencias de sus acciones. Entonces pueden considerar ambos como parte de su proceso de toma de decisiones. Si una decisión cae dentro de sus responsabilidades y no causará un daño irreversible, acepta que la velocidad y la agilidad que resultan de las decisiones independientes justifican algunos posibles errores en el camino. Los errores son grandes maestros y las empresas que no se arriesgan no pueden adaptarse.

Sigue el adagio de «elogiar en público, corregir en privado» cuando un miembro del equipo toma una decisión en el momento que no funcionó, siempre que la decisión sea ética y de buena fe. Ten en cuenta el término «corregir», no «criticar». El objetivo es ayudar a sus subordinados directos a aprender y mantener su motivación para probar cosas nuevas. Dale a los miembros de tu equipo el beneficio de la duda a menos que y hasta que demuestren que no lo merecen.

La velocidad y la agilidad son las claves para mantener la productividad empresarial en tiempos de disrupción. Para ayudar a tu organización a tener éxito, centra tu atención en su trabajo más importante y capacita al equipo para que haga lo mismo. Las sugerencias anteriores harán que tu organización sea más adaptable, ayudarán a sus empleados a crecer y le permitirán dar rienda suelta a su propio genio, creando éxito para ti, tu equipo y tu organización.

Fuente: https://forbes.es/

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